ME BASTA ASÍ
Si yo fuese Dios
y tuviese el secreto,
haría un ser exacto a ti;
lo probaría (a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan,
es decir: con la boca),
y si ese sabor fuese igual
al tuyo, o sea
tu mismo olor,
y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
—de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso—;
entonces,
si yo fuese Dios,
si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando —luego— callas...
(Escucho tu silencio.
Oigo
constelaciones: existes.
Creo en ti.
Eres.
Me basta).
Ángel González
Upon us all a little rain
Must fall. Just a little rain?
me autocomento para aclarar una cosa,
ResponderEliminarque la forma del poema no es esa.. pero no me dejan ponerlo tal cual...
apuf,
Ahí me has calado. No me mates de estos modos tan de adentro.
ResponderEliminarQue hoy me acosté a las 7 mojada como si me hubiesen tirado al mar, con resaca de fumarme y beberme toda la musica Reggae del Ras. Y luego Habana20, smulando las noches de Revolución en el Avante(Incluída la bandera Rossa)
No me mates así, que este poema estimula todos los poros de mi piel y los vuelve vulnerables al mal tiempo.Y al frío.
Ángel González... Y sus 14 de abril, tan republicano también... Y un poema, de cumpleaños... Que te lo regalo 6 días antes de tus 21...
Yo lo noto: cómo me voy volviendo
menos cierto, confuso,
disolviéndome en aire
cotidiano, burdo
jirón de mí, deshilachado
y roto por los puños.
Yo comprendo: he vivido
un año más, y eso es muy duro.
¡Mover el corazón todos los días
casi cien veces por minuto!
Para vivir un año es necesario
morirse muchas veces mucho.
(Y tanto, verdad?)
Te quiero