viernes, 15 de abril de 2011

Forget Her- Jeff Buckley

Hay personas que son felices logrando no pensar en nada. Hay otro tipo de personas que son incapaces de hacerlo. Que su bendición es maldición y viceversa para que las cosas nunca terminen por cambiar.




while this town is busy sleeping
all the noises died away
i walk the streets to stop my weeping
‘cause she'll never change her ways

don't fool yourself
she was heartache from the moment that you met her
my heart feels so still
as i try to find the will to forget her somehow
oh i think i've forgotten her now

her love is a rose pale and dying
dropping her petals and men unknown
all full of wine the world before her
or sober with no place to go

don't fool yourself
she was heartache from the moment that you met her
my heart is frozen still
cause i try to find the will to forget her somehow
she's somewhere out there now



oh my tears are falling down as i try to forget
her love was a joke from the day that we met
all of the words all of the men
all of my pain when i think back to when
remember her hair as it shone in the sun
the smell of the bed when i knew what she'd done
tell yourself over and over you wont ever need her again

But don't fool yourself
she was heartache from the moment that you met her
oh my heart is frozen still
as i try to find the will to forget her somehow
she's out there somewhere now

oh
she was heartache from the day that i first met her
my heart is frozen still
as i try to find the will to forget you somehow
cause i know you're somewhere out there right now

martes, 5 de abril de 2011

Haruki Murakami- Tokio Blues

Recién llegado a Tokio, cuando empecé una nueva vida en la residencia, tenía un único propósito: tratar de no tomarme las cosas a pecho, mantener la debida distancia con el mundo. Nada más. Y decidí olvidar por completo la mesa de billar forrada de fieltro verde, el N-360 rojo y las flores blancas sobre el pupitre, la columna de humo alzándose desde la alta chimenea del crematorio, el pisapapeles con forma achaparrada en la sala de interrogatorios. Al principio, pensé que iba a lograrlo. Sin embargo, por más que intentase olvidarlo, en mi interior permaneció una especie de masa de aire de contornos impreciso. Con el paso del tiempo esta masa empezó a definirse. Ahora puedo traducirla en las siguientes palabras: “La muerte no existe como contraposición a la vida sino como parte de ella”.
Expresado en palabras, suena a tópico, pero yo en ese momento lo sentía como una masa de aire en mi interior. La muerte estaba presente en el pisapapeles, en las cuatro bolas rojas y blancas alineadas sobre la mesa de billar. Y nosotros vivimos respirándola, y va adentrándose en nuestros pulmones como un polvo fino.

domingo, 3 de abril de 2011

Pruebas

Después de años en la terminal, las conexiones con el siguiente vuelo se hicieron de humo. Como el aire del cigarro que apuraba con fuerza antes de entrar. Hacía mucho frío, pero lo cierto es que no muy lejos de allí, las chicas ya lucían un dos piezas. Se sentó en el primer banco del hall principal y reparó en lo inhóspito de los lugares públicos. El cielo aún lucía gris a través de la impresionante cristalera. Todo apuntaba a que habría que esperar a que la tormenta que había descontrolado los radares, se evaporara. Mientras ojeaba sin interés el sensacionalismo de un famoso periódico de tirada nacional, no dudó en recordar todas y cada una de las canciones que sonaron bajo las sábanas. La rueda de su iphone giraba como si la infortuna de su vida dependiera de la revoluciones por minuto alcanzadas. Sonrió al recordar su clítoris y lo mucho que a ella le gustaban los movimientos circulares. Se mirara por donde se miraba, aquel bucle de autocompasión no había hecho más que desencadenar otros muchos bucles más complejos. Algunos, viejos conocidos, se presentaron aquella tarde al ritmo de una de Neil Young. Otros, más nuevos, hicieron su aparición entre los acordes frenéticos de un Josh Homme en su etapa más inspirada. Sin embargo, de alguna manera, todo acababa por concluír en aquel vinilo que una vez se quedó sin voz a eso de las 3 de la madrugada. Let it bleed, siempre había sido el mejor largo de los Stones.