lunes, 26 de octubre de 2009

Queloide




Es curioso cómo se te acantonan las palabras en la garganta. Cuando sientes que queda muy poco de ti misma en ellas y te da tanto pánico expresarlo que es eso, ¡no salen! O quizás no se trate de eso y lo que ocurre es que duelen tanto que se disipan como en quema, en algún lugar entre las cuerdas vocales y los dientes. Lo que es evidente es que por mi parte, hoy no hay literatura (qué bien lo cantaba Nacho). Lo que no es tan evidente es que nunca la hubo, y de eso (creo) va este texto.

Todo fue humo. A una le cuentan con sabe dios cuantos años que los Reyes no existen y tampoco pasa nada, simplemente se traslada esa magia etérea a la magia personificada que son (o debieran ser) nuestros progenitores. Un cambio algo traumático, pero necesario y llevadero, porque al fin y al cabo tiene una explicación. Y es que, reconozcámoslo, la sensación de flotar sin sentido es característica de esta madurez inmadura en la que nos encontramos muchos a los 21 años. Nos sentimos perdidos ahora que no solemos encontrar una explicación que aclare por qué hacemos lo que hacemos, por qué decimos lo que decimos, por qué sentimos lo que sentimos. Y es que como últimamente me dicen mucho: ¡no la hay!

Es por eso que hay más crímenes perfectos de los que Hitchcock imaginó. Suceden a diario. Y en ellos todos podemos ser víctimas y asesinos. Sin querer dañar, dañamos y por supuesto, sin querer ser dañados, nos dañan. En ese sentido todos somos vulnerables y culpables al mismo tiempo. Unos se dejan llevar más de lo que deberían y otros soñamos mucho más allá de nuestras posibilidades. Lo cierto es que unos y otros jugamos a cambiarnos los papeles como si de niños traviesos se tratase y no reparamos en que a veces, ya sean las circunstancias, ya sea la persona en cuestión, hay daños irreparables. Cicatrices que se fibrosan como protestando, porque nunca debieron sangrar. Y es que hay sueños que cuando se dañan... duelen tanto que se madura de golpe y de pronto las palabras salen disparadas de la garganta como si de un fusil se tratase. Apuntando a todos y cada uno de los sueños posteriores. Matando al humo que nunca existió y al que sabemos, no volverá a existir jamás.

http://www.youtube.com/watch?v=PqAP5ZA2Lkg&feature=related


More than friends, I always pledge,
cause friends, they come and go.
People change as does everything.
I wanted to grow old.
Just want to grow old.

domingo, 18 de octubre de 2009

SAF (de sudor,amor y frente)

Primero fue tu labio
y el mío que era rosa también,
oliendo a sangre
de color añil
y a la sordidez
del acero que
zizagueamos, entre
el ron y el vino,
que bebimos impulsados
contra la pared.

Entonces,la imagen fue fotograma,
quisimos que la fantasia
nos destrozara las precauciones
a cambio de hacernos daño
a martillazos abdominales.
Y es que el reloj se quemó
contra el fular rojo
y tu voz amenzó de muerte:
"la maldición de la etílica aceituna"
dijiste entre alientos.

Que se nos cortaban
en las palabras soeces
los escupitajos multicolores,
y la blancura compartida
de los cuerpos a todo gas.

Exhaustos de la bruma
en la que nos sumergimos queriendo
odiar el uno, queriendo obviar
la otra, sin poder hacerlo.
O puediendo hacerlo
una y mil veces más.

Y es que la locura
se nos folló la calma
y con sudor en la frente
dijiste: "toda la puta vida"
con los ojos vueltos obscenos
de autoreconocimiento ajeno.


De nuevo muertos,
en las incongruencias
de lo absurdo y lo puberscente,
de lo iluso y anticipado...


De nuevo malditos,
en las dos palabras
de la puerta y el ascensor,
de lo que prometo no decir jamás...



http://www.youtube.com/watch?v=PYO6PG7XcQM
y entonces entonaste dulces gritos
comenzó el más viejo de los ritos
¿fuiste tu, fui yo o sencillamente fue algo superior?
y añadiste “si lo hacemos, tonto mío,
pues hagámoslo como es debido”
“y ¿cómo es eso?” pregunté y tú me dijiste “justamente así no”
y paraste, “me lo tengo prohibido”
yo protesté empapado y más que aturdido
y ahora sí que sí que yo...
me he perdido

lunes, 12 de octubre de 2009

Muertos y malditos



Muertos, en los meses
de prostitución sin contratos,
de los pagarés de tinta invisible
de tus esquemas y mis impulsos
que aún te empujan al futuro.
Muertos, en la cadencia
del vals de los términos medios,
de las horas prendadas
de tus lunares y mis labios
que aún saben a tus dientes.


Muertos, en la doctrina
de las aulas oliendo a viejo,
de las manos frías de caricia ausente
de los pies encontrados en invierno
y que aún chocan en los pasos.

Muertos, en el maleficio
de los ojos diminutamente oscuros,
de la guitarra literata
de sus canciones y sus gestos
que aún viven en nuestro abrazo.

Muertos, en el escenario
de los amigos enfermos de las ganas,
que cada uno identifique como le plazca
que el deseo y la razón
no son buenos compañeros.

Muertos, en los caminos
que se curvan hasta agujerear,
el tiempo, la música y la droga
que fue tu mera existencia
inyectada en mi sonrisa.

Sin lugar a budismo,
y mucho menos a espiritualismo.
Muertos.
(por claridad anticipada
y estupidez patológica).


Y Nacho, lo supo.
http://www.youtube.com/watch?v=hD6PKL0cWgI&feature=related