I think I should give up the ghost
In your arms
Profanaste mis secretos
y los cambiaste por hígados,
en las orillas de lo absurdo
inundaste de noche los miedos
trasformándolos en horrores.
Tangenciaste la decedencia
de ser el niño sobre el pecho.
Impregnaste todo de duda,
te refugiaste en mis paredes,
y luego utilizaste el pasado simple
para hablar de presentes pluscuamimperfectos.
Replegaste mis catapultas,
cerraste la puerta despacio.
Fantasmagórico.
Tus abrazos siempre fueron tan invisibles
que las chaquetas
que una vez compré para ti,
se vuelven trampas metálicas
de recogimiento y decepción.
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