domingo, 15 de febrero de 2009

Nepal y ella


Se despierta. Las sábanas queman mucho. Y la pared se hace naranja- negruzco. El peso de las mantas no es suficiente para disipar el peso verdadero de la existencia del cuerpo. Su cuerpo, deforme y joven. Obsesionada con la idea de extinguirse,le pasan las horas al calor de una estufa incandescente. Tazas de café, litros de agua, carozos de manzana. Intentos, intentos, intentos. Inútil. Inútiles.
La soledad de las horas es una putada. Y mientras, a ratos, suenan canciones que le recuerdan demasiadas cosas. Pero ¿qué importa? No hay orden (nunca lo hubo) no hay ganas (se han extinguido).

Ojalá sirvieran para algo los cepillos.

14 de febrero, tócate los cojones. A dos días de un examen de radiología, tócatelos aún más.

http://www.youtube.com/watch?v=99k8w65v3_I







Con él y sin él (¿sin él?) Prometida a la metáfora de la amistad que se cierne sobre nuestras manos, que siempre sudan cuando se encuentran

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