Si bastan dos mitades para hacer la unidad,
somos tercios en la nieve
buscando un tullido más
para completar nuestra propia trinidad,
para engañar a nuestro destino final.
Como la naranja sin su jugo,
exangüe del todo,
conservando la piel y los poros,
que ácidos se autodestruyen.
Como la cáscara del limón,
devorada en la certeza
de su propia inutilidad.
Mutilada de lo interno,
subrayada de plasticidad.
Utilizada para rellenar los tetrabricks
ingentes de publicidad engañosa.
Cortada en finas láminas
para adornar los roscones de Reyes,
resignada a que lo que me componga
sean los restos de una riqueza relativa:
Eu=Tu.cítrico²
Sólo he de decir que la cáscara de limón es útil, y mucho... sino no haría mis deliciosas galletas!! :P
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