Muérdeme la incredulidad
de haberte follado en otro tiempo,
devuelveme la risa
que dejé doblada bajo el cuello de tu camisa.
Reduce la tormenta
que pernocta prematuramente en mi espalda.
Escríbeme si te dejan tus pestañas
y envía una postal cada mañana
a la estupidez de mis maneras.
Perfunde todos los tejidos que dejaste sin reparación,
trastoca lo predecible con alardes de realidad,
refléjate esta vez en mis espejos,
y una vez más,
si es que quieres...
vuelve.
(Poema algo viejo, recuperado directamente de mis apuntes de hematología)
Algo viejo.
ResponderEliminarAlgo bastante bonito ;)