lunes, 10 de mayo de 2010
Bésala
Bésala otra vez si te atreves,
bésale el sexo, las lágrimas,
todos los ángulos agudos sobre
los que ha apoyado su pelo.
Bésale el tiempo que ha pasado,
los errores cometidos, las ganas,
aquellas piedras que te deshacen
la ciudad cada vez que pisas blanco.
Bésala y entonces recuerda quien eres,
el pelo largo, la mirada perdida,
entre la necesidad de volar ebrio
y la anarquía inherente a ser uno mismo.
Bésala, bésala si hay feria en la plaza,
invítala a un cubata, a coste negativo,
y regálale valiente, todo aquello que se fue.
Bésale los sueños, el amor propio,
sólo si por el camino, encuentras la guitarra
que ha de marcar tus pasos.
Bésala. Bésala y que la catedral se muera.
Resucita la luz que hay en su pelo.
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Ni siquiera puedo escribir algo coherente para intentar agradecerte el entenderme tanto. Estar siempre tan adentro que no haga falta casi explicarte todo lo que se asoma en mi cabeza....
ResponderEliminarNi siquiera puedo dejar de llorar, ni de escuchar esa canción, que se clava tanto...tanto.
Ni siquiera..
te quiero, no imaginas cuánto... De verdad que no.