domingo, 8 de marzo de 2009

con la sangre templada


porque los días de domingo siempre pesaron
aunque estuviera el viento acelerándose
por verte de nuevo.
porque las horas y los espejos se clavaron
aunque estuviera envuelta en tus olas
cada noche que te dormías.
porque te fuiste a pesar de las ventanas
que me esforcé por abrir
a paso de velocista dopada,
por la droga de tus bromas.
porque nunca se me dio bien escribir
con la sangre templada
y el aire frío.
¿que hacemos de los dos ahora que ya me quiero un poco?
medio loca como tú, como aquel verano azul
que se nos fue de las manos ...

1 comentario:

  1. Despierta ya, mi bien, despierta que ya amaneció....

    Echar de menos es sentirse lejos? Eso me lo planteé tantas y tantas veces... Pero para eso están los hilos. Para tirar de ellos y acercarte el norte.
    Yo prometo mantenerte el tuyo. No se irá. Esta vez no

    Te quiero (tanto)

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